MIEDO A CAMBIAR

Nos da miedo cambiar. Normalmente. Parece que nos gusta hacer siempre lo mismo. Los mismos días de gimnasio, no salirnos de la misma comida, los mismos bares de siempre, relacionarnos con las mismas personas… ¿Por qué lo hacemos?

¿POR QUÉ ME DA MIEDO CAMBIAR?

Desde un punto de vista biológico, podemos decir a grandes rasgos que nuestro cerebro está diseñado para sobrevivir. Eso significa, por una parte, que es un especialista en detectar problemas para resolverlos lo antes posible. También significa que prefiere la rutina estable y predecible donde se asegure que no habrá especiales problemas en el día. Pero claro, no somos sólo un cerebro. Cada persona es un ser global que integra su cuerpo, su historia de vida, el contexto donde vive, las relaciones que tiene con los demás, aquello que piensa y siente… Por tanto, no sólo podemos pensar en nuestro cerebro cuando buscamos el por qué nos cuesta tanto cambiar.

Otra buena causa para que nos de miedo cambiar y nos cueste tanto la podemos encontrar en nuestra historia de vida. Hay personas que tienen menos dificultad para cambiar que otras. Es decir, algunas personas aprenden afortunadamente que cambiar es necesario y que forma parte de nuestro día a día. Lo aprendieron en gran medida observando a personas significativas en su infancia o adolescencia o también a través de experiencias importantes en su vida adulta. Éstas experiencias se llaman  resilientes, porque permiten precisamente aprender a adaptarnos a nuevas circunstancias de nuestra vida. Acudir a un psicólogo, por ejemplo, puede ser una de ellas.

Por tanto, podemos aprender a adaptarnos a los cambios, a que cada vez nos cueste menos cambiar. No se trata de algo fácil, pero merece la pena intentarlo.

CAMBIAR

¿QUÉ NECESITO PARA CAMBIAR?

Algunos consejos que de forma básica puedes aprender para que tu forma de ver los cambios sea más adaptativa son:

  • Normalmente sólo cambiamos cuando no nos queda más remedio. Nos cuesta cambiar, es un hecho. Por tanto, analiza primero si realmente éste es un buen momento para producir grandes cambios en tu vida y segundo, si estás preparado/a.
  • Si quieres producir un gran cambio en tu vida, acumula pequeños cambios diarios. Es decir, no pretendas que de un día a otro tu vida gire 180 grados. Puede ocurrir, pero no es frecuente. Lo más común es que pequeños cambios te ayuden a conseguir tu gran objetivo.
  • Existen acontecimientos en la vida que precipitan cambios, aprovéchalos. Por ejemplo, una ruptura se puede convertir en un gran acontecimiento para producir cambios en tu vida. Ya existe un refrán que lo señala: “No hay mal que por bien no venga”.
  • Terminando con los refranes, olvídate de eso de “Mejor pájaro en mano que ciento volando”. Y me explico. La vida es cambio. Hay que aceptarlo. Puede que un día te merezca la pena ése pájaro exclusivamente, pero te aseguro que a la larga no será suficiente. ¿Quién no ha arriesgado y después se ha alegrado?

Si te encuentras perdido o perdida, llevas así bastante tiempo y están siendo afectadas muchas áreas de tu vida como la familiar, laboral o de ocio puede ser un buen momento para que acudas a un profesional que pueda ayudarte. Si no sabes cómo dar ése primer paso, no dudes en contactar conmigoAyudo a muchas personas a producir cambios positivos en sus vidas.

https://psicologomr.com/contactar/